Ayer, de vuelta a casa y descansando en un banco en el camino, vi una pequeña lagartija que a pesar de su minúsculo tamaño y con el rabo intacto, se movía con una celeridad pasmosa buscando comida. Decidí sentarme y quedarme un rato a observarla. Estaba tendida al sol sobre una valla de piedra y delante tenía una pared de césped artificial donde se ocultaban infinidad de insectos. Inmovilizó un mosquito y se lo comió en varias etapas pues parecía muy grande para su boca. A continuación trepó por el césped y rápidamente se bajó otro a la repisa de piedra, donde comenzó su particular festín. De repente, salió un pequeño pájaro de la pared de césped y al ver que había una multitud, jajaja... voló y se ocultó entre las ramas del pino que me daba sombra. Aprendí mucho ayer y creo que en mis paseos diarios me sentaré con paciencia a observar lo que me rodea, con paciencia y gratitud.
Por ejemplo, hoy toca ir a coger moras... las zarzas están cargadas pero otro día contaré el viaje.
4 comentarios:
Querida Willow,
Creo recordar que hay un libro que se titula "Viajes alrededor de mi cuarto"... Y es que los grandes viajes también puede ser al microcosmos que nos rodea. Es increíble las vidas que se mueven a pocos cent´´imetros de nosotros sin que nos demos cuenta. A veces hace falta pararse y abrir los ojos.
Ah! las moras!
Querido amigo,
De verdad que es increible lo poco que vemos de nuestro entorno. Ya casi estoy dispuesta a ir como Sherlock Holmes con la lupa a cuestas. La recolección (¡jopé! suena a lo grande!) de moras lo tuve que posponer en vista de los acontecimientos que me llevaron a otro lugar. Hoy parece ser el día idóneo para eso... sin lluvia ni truenos. Que tengas un lindo día!
Abrazos
¡¡Vamos a ver que pasa!!
Con el miedo que me dan a mi las lagartijas por Dios Willow y tú te entretienes en ver hasta como mastica jajaja
Me encantaba cojer moras de niña...disfruta esas pequeñas cosas que ya no podemos hacer hacer aqui en el asfalto.
Besitos
Amiga,
No me puedo creer que te den miedo las pequeñas lagartijas! Seguro que si fuera un dinosaurio tú te enfrentarías a él. A mí me ponen nerviosa cuando corren pero esta estaba muuuyyy tranquilita disfrutando del sol y la comida. No sé qué hubiera hecho si se me hubiera acercado jajajaja...
Ah! sólo comí unas pocas moras, no estaban todo lo jugosas que suelen estar otros años y, además, se me habían adelantado.
Besos
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