Se acerca la Navidad y quiero compartir este precioso homenaje a todas las madres.
15 dic 2007
13 dic 2007
Un cuento real
Ocurrió hace unos años, en un día y a una hora que, para mí, iban a ser especiales.
Cogí el autobús en mi pueblo para desplazarme a la capital. El autobús iba parando y recogiendo viajeros, hasta que llegó a un pueblo aún más grande que el mío, con un idílico pantano y castillo, en el que se subió una mochacha morena, muy joven y bonita llamada Amina.
Parece ser que ella y el joven conductor del autobús, José, se conocían de otras veces. Yo me había sentado, como siempre que puedo, en el primer asiento a la derecha del pasillo para ver el horizonte. Ella lo hizo justo detrás del conductor... y arrancamos...
Los dos comenzaron a hablar y, temiendo por mi vida ya que el conductor giraba totalmente la cabeza, la ofrecí sentarse a mi lado para que pudieran hablar más cómodamente, a lo que el conductor la animó con fuerza, sonrojándose. Traté de no escuchar su conversación, limitándome a mirar el hermoso paisaje y a pensar en mis propias cosas.
Era evidente que al conductor le gustaba la joven porque intentaba quedar con ella a la salida de su trabajo. Amina, sin embargo, decía que no repetidamente, sonrojándose también. No pude evitar oirlo y meter baza y le dije a ella: "Di que sí, di que sí..., si no está casado". Rápida y tajantemente Amina me respondió: "¡Está separado!" Pero continuó negándose. Entonces le dije a él: "Tendrás que intentarlo más veces" y me callé. Ellos también lo hicieron.
Al rato, ella entabló conversación conmigo y me contó que eran Tuaregs y musulmanes y ella había nacido en España, donde la familia al completo llevaba años viviendo.
Con el tiempo, conocí a sus padres, hermanas, hermanos, sobrinos y amistades y el final de este cuento lo he ido conociendo a través del tiempo pero... esa es otra historia.
11 dic 2007
Las cigüeñas
Poco a poco el ciclo de la vida se cumple.
Las cigüeñas están volviendo y cada año lo hacen un poco antes. A finales de agosto habían desaparecido y sus nidos quedaron vacíos. Ayer, cuando las ví sobrevolar por encima de mí, su visión me alegró los ojos.
Conforme llegan, van escogiendo los nidos mejor situados a la espera de futuras parejas que no tardan en formarse, hasta el punto de poder observar peleas entre ellas a base de picotazos y empujones.
Dentro de poco (en febrero) las veré pasar con ramas y otros materiales para renovar o crear sus nidos. Mientras tanto, sus crotoreos se escuchan de forma masiva como forma de saludo entre las distintas parejas.
Tras unos 32 días de incubación para lo que se alternan los dos miembros de la pareja, se produce la eclosión de los pollos y las consiguientes obligaciones para su alimentación y protección, labor que también realizan ambos.
Ya en junio y julio, las crías se afanan por conquistar el espacio aéreo y acompañan a sus progenitores, en un espectáculo fantástico. Es impresionante cuando llega ese momento pues planean en un cielo límpido y azul, tan cerca que casi las puedo tocar.
Una vez disfrutada la primavera y la etapa estival, en el mes de agosto, todo el grupo familiar inicia el vuelo migratorio hacia su residencia de invierno en el Norte de África.
Como la vida misma.
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