Cuando me decía: "mamá, que hoy es mi santo y se os ha olvidado!" me sentía mal porque él es lo más importante en mi vida y mira tú por donde, se me olvidaba porque antes sí se celebraba el día del santo. Ahora sólo nos felicitamos por teléfono o por escrito.
No tengo arreglo, siempre he sido despistada y he pagado por ello... siento que estos despistes míos se incrementarán día a día y lo siento de antemano por el que los sufra.