Recientemente leí en la prensa que Yma Sumac había fallecido en Los Angeles.
Hace pocos meses recordando su portentosa voz entré en YouTube buscando algún vídeo de aquellas películas que recordaba de niña y que aún recuerdo vagamente. Lo que nunca olvidé fue su voz: su registro de cinco octavas doblaba las dos y media normales de una cantante lírica.
Dicen que descendía del Emperador Atahualpa, había nacido en la selva peruana y aseguraba haber aprendido a cantar de los pájaros. Su nombre en quechua significa "Qué linda". Fue descubierta y rescatada de la selva por un funcionario que oyó sus trinos y averiguó su paradero. Trabajaba en un club de Lima cuando su marido la descubrió y la llevó a los Estados Unidos donde grabó discos e hizo películas, llegando a tener su nombre inscrito en el Paseo de la Fama de Hollywood.