Recuerdo con muchísimo amor dos besos que me dio mi hijo con infinito amor y ternura. Las dos veces estaba durmiendo y, al sentir sus labios en mi frente, me sentí tremendamente protegida y querida. Esos momentos los recuerdo a menudo porque me hacen sentir feliz, no sólo en lo que a mí respecta, sino porque sé que esa ternura, también hará feliz a la mujer que comparta su vida.
14 sept 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
¡¡Dios te oiga corazón!!
Y que tu hijo encuentre la mujer que valore sus besos como hacias tú.
Tengo que llamarte amiga.
Besitos desde mi alma a la tuya.
Paquita
Gracias Cálida Brisa, yo también lo espero!
Besos
Publicar un comentario