Las cigüeñas están volviendo y cada año lo hacen un poco antes. A finales de agosto habían desaparecido y sus nidos quedaron vacíos. Ayer, cuando las ví sobrevolar por encima de mí, su visión me alegró los ojos.
Conforme llegan, van escogiendo los nidos mejor situados a la espera de futuras parejas que no tardan en formarse, hasta el punto de poder observar peleas entre ellas a base de picotazos y empujones.
Dentro de poco (en febrero) las veré pasar con ramas y otros materiales para renovar o crear sus nidos. Mientras tanto, sus crotoreos se escuchan de forma masiva como forma de saludo entre las distintas parejas.
Tras unos 32 días de incubación para lo que se alternan los dos miembros de la pareja, se produce la eclosión de los pollos y las consiguientes obligaciones para su alimentación y protección, labor que también realizan ambos.
Ya en junio y julio, las crías se afanan por conquistar el espacio aéreo y acompañan a sus progenitores, en un espectáculo fantástico. Es impresionante cuando llega ese momento pues planean en un cielo límpido y azul, tan cerca que casi las puedo tocar.
Una vez disfrutada la primavera y la etapa estival, en el mes de agosto, todo el grupo familiar inicia el vuelo migratorio hacia su residencia de invierno en el Norte de África.
Como la vida misma.
4 comentarios:
Amiga Willow, tu sauce se ha secado y mi pareja de contemplativos amantes se fue de excursión... con las cigüeñas!!!!
Antes se decía: "Por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres será año de nieves"
Pues bien el caso es que ahora me parece que la vemos por San Blas y por Santa Lucía y por San Silvestre. Es decir casi todo el invierno. ¿Calentamiento del planeta? ¿cambios genéticos?
No lo sé, pero me gustaría que alguien que sepa me lo dijera.
jajajaja... amigo Fede, no, mi sauce no se ha secado, está como los osos: hibernando.
En cuanto a tu pregunta, otórgame la duda del conocimiento. El calentamiento del planeta está creando cambios genéticos, aparte de los que ya se hacen en laboratorios.
Me gustan las cigüeñas, no sé por qué pero desde chiquitina cuando las veía llegar al nido del campanario de la parroquia me quedaba embobada mirándolas. Federico lleva razón los refranes de antaño se están quedando obsoletos sobre todo los que se refieren al tiempo y a la naturaleza en general. Bueno que me enrollo. Un abrazo
Hola Consuelo, te puedes enrollar cuanto y cuando quieras. Eres bienvenida aquí. Un abrazo
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