14 sept 2012

"Smarty"
Un pequeño gorrioncillo que me encontré en un banco, debajo del campanario, piando lastimosamente, llamando a su madre.  Le cogí por miedo a que acabara entre los colmillos de los gatos que pululaban en las cercanías, o entre los picos de los avaros cuervos.  Se durmió en la palma de mi mano en el trayecto a casa, donde participó de mi cena (Cola-Cao con galletas) y durmió en un pato de mimbre, revestido de un pedazo de tela que corté de un viejo jersey de mi hijo.
Todos me decían que se moriría enseguida porque estos pequeños pajarillos no sobreviven.  De esto ya hace cuatro meses y hoy día, Smarty (por lo listo que es) es un pájaro adulto que, revoloteando por mi salón, se posa en mi hombro y come de mi mano.