Año tras año mi día comienza con el Concierto de Año Nuevo desde Viena.
Este año comencé a verlo, al principio con interés ya que por primera vez el director era francés y octogenario, después con extrañeza pues qué pinta el fútbol en este concierto? (lo siento por aquellas personas a las que les guste este deporte en su lugar podían haber mostrado algo más de ballet (se nota que me gusta) y, al final, volví a disfrutarlo como siempre.
Me ha admirado la actuación de Georges Prêtre, su mirada pícara y su sonrisa juvenil, su dirección sin batuta y con las manos y aprender que a los 83 años no necesita partitura porque se las aprende de memoria!
El colofón ha sido el Danubio Azul con una pareja de bailarines entrando en la sala para saludar al director de la orquesta. Me ha sonado mucho más romántico que otras veces y es otra innovación.
5 comentarios:
Yo también he disfrutado muchísimo, como cada año, y el director nos demuestra una vez más cómo los años no tienen importancia cuando el corazón es joven. Un beso
Querida Ana,
Te envidio y hubiera dado dinero no sólo por estar allí, sino por verlo tranquilo y sin interrupción... Un año más no ha podido ser pero me consuela saber que buscaré sin descanso hasta tener el DVD recopilatorio. Será el 6 año consecutivo que lo consigo!
Sí Carmen, cada vez estoy más convencida de eso. Cuando se va por la vida con ganas, ésta te da su recompensa. Un beso
Querido Fede,
Siento que no lo vieras pero cuando consigas el DVD te va a encantar. Ya se ve que eres un amante de la música. Yo traté de grabarlo pero desde que me arreglaron el vídeo, soy incapaz de configurarlo. Un beso
Con no, cierto dolor he de reconocer que tampoco pude verlo, me agobiaron los quehaceres...
Espero que otro año pueda ser, porque si pierdo estas pequeñas cosas que me gustan ¿ya me diras que me va a quedar?
Un beso amiga
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