En 1885, era ya una realidad para el Consejo de Ministros Bávaro que la manía constructora de Ludwig no iba a parar. En ese año, el Rey tenía un número importante de proyectos en camino y estaba gastanto enormes sumas de dinero. A pesar de que Ludwig pagó los castillos y las representaciones privadas de su propio bolsillo, y no de las arcas del Estado, todavía se trataba de una cantidad astronómica pero lo que asustaba a los Ministros era lo que aún estaba por venir. Ludwig recibía unos ingresos anuales de cerca de 4,5 millones de marcos y en 1884 debía 7 millones.
Lamentablemente, la economía era un concepto extraño para Ludwig y continuó gastando alarmantemente hasta que su deuda se duplicó un año después.
Pidió un aumento que fue denegado y, en última instancia, envió a sus sirvientes al Emperador de Austria, al Rey de Noruega y Suecia, al Sultán de Constantinopla y al Sha de Irán a pedir préstamos. Aquéllos no obedecieron sus órdenes y encontró hombres que forzaran bancos en Berlín, Frankfurt y París.
5 comentarios:
Gracias por tu relato histórico.
De este Rey sólo sabíamos lo de sus castillos en Baviera. Ahora le tenemos más cercano
Es impresionante, sabia lo de los castillos, pero no sabia de quien era, aun asi, me quedo ocn una frase tuya que me ha encantado, y es lo que deberiamos hacer jeje
Un besito y epsero que nos sigas recreando igual que hasta ahora, y si es con poesias chinas mejor:P:P
Un besito preciosa! muaks!
Por cierto la frase era esta, jeje
El mundo nunca había sido amable con él y se apartó a un mundo propio
Me ha gustado la idea, de que no pudiendo enfrentarse decició vivir otro camino.
Un besito! mua2
Gracias Fede por leerlo, aunque me cuesta creer que no supieras su historia. Un abrazo
John Doe, ¿sabes el significado de Doe? Gama, la hembra del gamo, esos animales tan bellos. Siempre me acuerdo de lo que lloro cuando veo "Bambi" pero me estoy yendo por las ramas. Lo que quiero decir con esto es que te veo muy vulnerable. Si, hay otros caminos pero no necesariamente tienen que conducir a la introversión ni a la locura.
Gracias amigo, ya que te gustan los poemas chinos, cuando termine la historia de Ludwig, insertaré alguno que espero te guste. Un abrazo.
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